El diseño automotriz es uno de los pilares de la industria. A lo largo de los años, las líneas de diseño empleadas a los autos han ido evolucionando a razón de los gustos, necesidades y tendencias del público. Y aunque pudiera parecer que lo que más evoluciona dentro de este entorno es el tema de la ingeniería, el diseño también es cambiante, ya que no sólo se trata de estilo, sino que ayuda a la propia comodidad del usuario.
En esta entrada de blog, exploraremos a detalle la historia del diseño automotriz, aquél del que siempre termina dando de qué hablar, pero no siempre se conocen sus orígenes y el por qué detrás del resultado que nosotros terminamos apreciando como espectadores. Sigue leyendo porque hoy aprenderás acerca de tendencias y la importancia de plasmarlas correctamente en cada vehículo que ha rodado en este mundo. ¡Comencemos!
Originalmente, no se tenía siquiera pensado que el diseño como tal fuera un tema que fuera a influir hasta en el confort de los usuarios. Pues durante los inicios de la industria, los desarrolladores estaban mucho más enfocados en hacer funcionar mecánicamente al vehículo, dejando por completo de lado los aspectos tanto visuales, como de confort. En pocas palabras, eran más utilitarios que estético. Aunque sí hay que destacar que antes de los motores de combustión, sería el francés Nicholas-Joseph Cugnot quien realizaría el primer gran esfuerzo por darle su propio estilo a un vehículo. Esto sucedió en 1769 y se trataba de un modelo propulsado a vapor que portaba un diseño a base de madera, dándole un aspecto rústico, pero bastante innovador para la época.
Muchos años después, para la década de 1920, los usuarios con más capital comenzaban a encargar a diferentes marcas de alta gama sus propios vehículos personalizados. Esta fue la primer gran oportunidad que tuvo el público de dar rienda suelta a su creatividad, combinando colores y vestiduras y demás aditamentos que terminarían, incluso, volviendo a sus autos en clásicos inmediatos.
Por otro lado, los fabricantes, evidentemente, tenían su producción en serie de vehículos convencionales. Pero con el tiempo, terminarían aburriendo al público por esa falta de innovación que terminaba con la emoción y el interés, fue así que nacieron los “restylings”. En esencia, estas son actualizaciones en la apariencia que se aplican a un modelo ya existente. Lo interesante es que, como tal, no pierde su esencia original de diseño, pero sí se cambian ciertos elementos tantos externos como en cabina que hacen que se perciba más “fresco” y actualizado. Incluso, hoy en día podemos notar que sigue siendo una práctica muy común dentro de la industria, aunque claro, hay ocasiones en las que las compañías nos sorprenden con las actualizaciones que presentan.
Regresando a las tendencias de los 20’s y 30’s, es clara la influencia que tuvo el Art Déco en ellas. Y como te contábamos en nuestra entrada de blog dedicada a la moda, esta corriente artística tuvo su auge durante este par de décadas. Y, en esencia, se basaba en la representación del lujo a través de patrones geométricos, colores y elementos que evoquen a la elegancia y opulencia que se buscaba demostrar. Lógicamente, surgió una necesidad por reflejar este estilo de vida en la movilidad, fue aquí donde las marcas comenzaron a desarrollar diseños que encaran a la perfección con la creciente popularidad del Art Déco. Fue así, que los lanzamientos de esa época hagan que, colectivamente, los percibamos como elegantes obras de arte de la ingeniería.
Si hablamos de diseño y popularidad, se podría decir que el primer gran hito de la industria fue el Ford Model T, que aunque comenzó a producirse en 1908, llego a la cúspide a mediados de los años 20’s. Y más allá de las innovaciones en materia de ingeniería que estableció, daba la impresión de ser un vehículo muy elegante y sofisticado, aunque la realidad es que era un auto bastante accesible. Esto se debió a las estrategias de producción de Ford para abaratar costos, y resultó tan bien, que para 1925, el precio del Ford Model T era de tan sólo 260 dólares. Teniendo un precio de 825 dólares al momento de su lanzamiento en 1908.
El Model T fue el primer auto de comercialización masiva, teniendo como uno de sus grandes plus las opciones de personalización con las que contaba. Uno de los grandes mitos acerca de su diseño, es que popularmente se creía que este carro únicamente se comercializaba en color negro. Esta afirmación es incorrecta, incluso fue el primer vehículo que se vendió en tantos colores, como rojo, gris, verde y azul. La razón detrás de este mito radica en el hecho de que, de un total de 15 millones de unidades producidas, 12 millones fueron de color negro. Así que si algún día llegas a ver un Model T de un color que no sea negro, considérate afortunado, pues realmente son ya muy pocos los ejemplares que quedan en el mundo.
Pasaron los años, y para la década de los 50’s, las tendencias de diseño cambiarían por completo. Esta sería la época consideraba como la golden age del diseño automotriz. Es altamente reconocible por la extravagancia empleada en los detalles de las carrocerías e interiores. Definitivamente se había dejado atrás el concebir a los autos como meros medios de transporte, ahora eran una extensión de la personalidad de los usuarios.
Los 50’s y 60’s representaban la época postguerra, momento de la historia que marcaría la pauta para que el diseño estilo “jet” se popularizara. Es decir, que las líneas aerodinámicas serían una constante en los autos de este par de décadas. Podríamos decir que los diseños, por distintos que pudieran parecer entre sí, era muy común que nos recordaran al aspecto de un avión. Eso sí, las dimensiones de las carrocerías habían aumentado de manera considerable, incluso cuando muchos de estos eran únicamente de dos plazas.
Fue este mismo contexto histórico el que pondría en los reflectores a los Jeep, la referencia oficial popular cuando alguien piensa en tracción 4x4. Oficialmente creado por Willys-Overland en 1940, por encargo del ejército de Estados Unidos. El diseño final de este todoterreno se completó en nada menos que 75 días.
Fue justamente gracias a su apariencia que era altamente adaptable para las distintas tareas que se requerían dentro de este contexto. En palabras de Ernie Pyle, corresponsal de guerra: "El Jeep lo hacía todo. Iba a todas partes. Era tan fiel como un perro, tan fuerte como una mula y tan ágil como una cabra. Con frecuencia transportaba el doble de la carga para la cual se le había diseñado y aún así, seguía en marcha". Así que podrás imaginarte que es uno de los vehículos más versátiles que alguna vez se han fabricado, pero, sobre todo, esto sirve para que puedas comprender la importancia de un buen diseño.
Para los 60’s sería más notable las diferencias entre segmentos de movilidad, pues las necesidades de los usuarios comenzaban a ser más variadas. Más allá del lujo y el estilo que pudiese aportar un auto a sus vidas, también estaba el factor de las necesidades utilitaria, es decir, que estos ya eran considerados como una herramienta indispensable para el trabajo. Ya sea que la labor a desempeñar tuviera que ver con el trabajo rudo, transporte o incluso brindar algún tipo de servicio a domicilio, los usuarios requerían que estos vehículos tuvieran ciertas características en su diseño que les permitiera desempeñar sus labores de manera eficiente. Un claro ejemplo lo tenemos con el Nissan Patrol, un SUV enfocada al trabajo rural que tuvo gran popularidad en esta década, pues más allá de su precio accesible y altas prestaciones, tenía un diseño más que llamativo. Pues justamente daba esa apariencia bastante parecida al Jeep.
Los 70’s estuvieron fuertemente marcados por los increíbles muscle cars, mismos que generarían un cantidad incalculable de fanáticos y usuarios en todo el mundo. Pero…¿Qué te parece si hablamos más a detalle de ellos en nuestra siguiente entrada de blog? Quédate atento porque recién estamos llegando a los años más interesantes en cuanto a diseño e innovación se refiere. Será a partir de la fiebre por la deportividad que todo comenzaría a tornarse más emocionante. ¿Puedes adivinar de qué autos hablaremos? ¡Nos leemos muy pronto!