La tecnología en rubro automotriz se encuentra en un punto en el que es casi palpable el ver la conducción autónoma como una realidad. Tan sólo hace un par de décadas esto sonaba como algo propio de la ciencia ficción: El llegar a ese nivel de confort y confianza en el que simplemente pudiéramos fijar nuestro destino y dejar el resto del trayecto a la tecnología. Suena increíble, ¿no? Pues como ya sabrás, la industria ha evolucionado a pasos agigantados.
Sin embargo, aún se encuentra en un importante proceso para reducir al mínimo los márgenes de error que pudiesen suscitarse. Aún así, hoy en día contamos con una buena cantidad de suites tecnológicas desarrolladas por diversos fabricantes alrededor de todo el mundo. Estas se encargan de desplegar una serie de tecnologías –cada una con sus particularidades– que tienen como propósito, en pocas palabras, de hacerte la vida más fácil. ¿Quieres conocer cómo inició todo esto? Sigue leyendo por en esta entrada de blog, te explicamos a detalle en qué consiste la movilidad del futuro. ¡Comenzamos!
Hoy podemos hablar de la conducción autónoma de Tesla como de cualquier otra integración tecnológica se tratase, como si esto fuera lo más común del mundo. Pero hace tan sólo algunas décadas, recién se hablaba de la incorporación del cinturón de seguridad de tres puntos. Esto sucedió en 1959, y la verdad es que antes de esta adición creada por Volvo, los fabricantes no adaptaban prácticamente ninguna medida de seguridad para los ocupantes.
Y aunque hoy suene de lo más cotidiano que los automóviles integren una buena cantidad de asistencias a la conducción, cierto tipo de alertas de colisión, e incluso cámaras, hasta hace unos 50 años, ni siquiera era común que tuvieran bolsas de aire. Esto cambió poco a poco gracias a Mercedes Benz, que comenzó a incorporar airbags y los famosos frenos ABS. Puede que pienses que esto no es mucho, o que es bastante menos que básico, fue con esto con lo que se sentaron las bases para las suites de seguridad actuales.
Para la década de los 90’s, tendríamos avances más que importantes en materia de seguridad automotriz. Porque, aunque en los 80’s ya era común la integración de frenos ABS en vehículos de gama alta, fue durante los 90’s que se comenzó a estandarizar en modelos de gama media. Esto redujo considerablemente los accidentes ocasionados por pavimento mojado o nieve. Aunque también se le da parte del crédito a la implementación de la Distribución Electrónica de Frenado, que tiene la función de distribuir la fuerza del frenado entre ambos ejes para evitar que el eje trasero se bloqueé por completo y el vehículo se vuelva inestable.
Por otro lado, se comenzaron a volver obligatorias las airbags laterales, para que, en conjunto con las frontales ofrecieran un mejor nivel de seguridad al reducir el impacto de las colisiones para los ocupantes. Paralelo a esto, se realizaron numerosas campañas de concientización alrededor de todo el mundo en pro del uso del cinturón de seguridad, ya que, a pesar de llevar varias décadas de haber sido creado, los usuarios simplemente decidían no utilizarlo.
Para inicios de siglo, diversas marcas comenzaron a desarrollar más asistencias a la conducción, es el punto medio entre las integraciones básicas de los 90’s y el gran salto que se dio en los 2010’s.
Aquí ya empezábamos a ver, por ejemplo, el Monitoreo de Punto Ciego, aunque era más común verlo entre modelos de gama alta. Y aún así, no solían integrarlo desde sus versiones de entrada, sino en las más equipadas; esto por ahí del 2005.
Rumbo al final de la década, comenzábamos a ver poco a poco cómo diferentes modelos – que no necesariamente eran de gama alta– integraban asistencias de mantenimiento de carril, e incluso el frenado autónomo de emergencia. Esto puede parecernos algo bastante común de ver en la actualidad, incluso podríamos pensar en que es algo básico a estas alturas. Pero para ese momento, era un gran avance en materia de seguridad.
Ya entrados en el 2010, los pasos fueron más que agigantados. Las asistencias a la conducción se popularizaron bastante, volviéndolas un estándar –casi– obligatorio. Ya no era tan común encontrar vehículos que prescindieran por completo de estas integraciones de seguridad, y es que los usuarios cada vez les tomaban más confianza y comenzaron a considerarlas como una buena herramienta para prevenir accidentes.
Para este punto, el Monitoreo de Punto Ciego que te comentábamos hace un momento, ya era mucho más popular, pues los fabricantes notaron que era bastante efectivo para eliminar los percances ocasionados en áreas de baja visibilidad como, por ejemplo, estacionamientos subterráneos. En este aspecto, hay que darle el crédito totalmente a Volvo y a los fabricantes japoneses como Nissan, Honda y Mazda; quienes fueron los encargados de implementar este tipo de alertas en el mercado de gama media.
Como te lo hemos mostrado varias veces dentro de este blog, la movilidad tiende a evolucionar, y mucho más si se trata del punto tan alto de globalización en el que nos encontramos. Hoy en día nos encontramos con una gran variedad de suites tecnológicas desarrolladas por los diferentes fabricantes de la industria, y aunque puede que a simple vista se perciban muy similares entre ellas, la realidad es que existen ciertos elementos que las hacen distinguirse. Pero hay que estar muy conscientes de no perder el verdadero enfoque propósito en común detrás de la existencia de cada una: Tu seguridad.
La década en curso está llegando casi a mitad de camino, y hoy en día es posible hablar incluso de conducción autónoma como una realidad, cuando hace unos años, esto seguía pareciendo cosa de la ciencia ficción.
De acuerdo con un estudio de la fundación Technologie Stiftung Berlin, la conducción autónoma tiene fundamentos que van más allá del simple capricho por alcanzar ese ansiado punto de desarrollo tecnológico. Pues han encontrado que las ventajas de poseer este tipo de asistencia son de gran beneficio para la conducción urbana. Esto se debe al crecimiento exponencial de la densidad del tráfico, lo que, de alguna manera resulta en el entorno perfecto para activar la conducción autónoma. Así que, si lo pensamos bien, este tipo de conducción trabajando el conjunto con las demás asistencias de la suite en cuestión que se esté utilizando, hará que más allá de ofrecer una experiencia mucho más cómoda, prevendrá accidentes.
Actualmente, la conducción autónoma, si bien ya es una realidad palpable, aún está en vías de desarrollo para poder emplearla de manera 100% segura en el mercado doméstico. Para el ámbito industrial, los fabricantes se encuentran trabajando bajo un concepto llamado “Platooning”, este consiste, esencialmente la implementación de autovías automatizadas para transporte de carga y de personal en carretera. En este sistema, se conectan varios vehículos en línea que serán controlados parcialmente por un conductor que se situará en el vehículo que encabece la fila; el resto de la conducción será ejecutada por el sistema.
Así que mientras este tipo de conducción toma forma por completo y se implementa como algo 100% viable, confiable y libre de errores, tenemos el resto de las tecnologías creadas para asistir a la conducción ya sea urbana o en carretera.
De nuestro lado de la cancha, tenemos ya un par de años con acceso a Nissan Intelligent Mobility, esta suite es parte de la Visión Ambition 2030, la cual busca elevar toda la gama Nissan a un nuevo nivel tecnológico y sustentable nunca antes visto.
Esta es una de las suites más completas del mercado, la que hace que vehículos de gama media como Nissan Versa sea considerado el mejor equipado de su segmento, pues aún hoy no es común ver este grado de tecnología entre sus competidores más cercanos.
Si quieres conocer a detalle en qué consiste Nissan Intelligent Mobility, te invitamos a visitar nuestra entrada de blog dedicada a ello.
La tecnología en la movilidad es algo que definitivamente siempre llamará la atención de todo el público, pues siempre resultará interesante saber hasta dónde puede llegar el estilo de conducción en el futuro. ¿Tú cómo te imaginas que será en la siguiente década? Platícanos en los comentarios. ¡Nos leemos pronto!
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