Historia y legado de las divisiones de alto rendimiento
diciembre 27, 2024
Desde los circuitos más exigentes hasta las calles de nuestras ciudades, las divisiones de alto rendimiento han marcado un antes y un después en la industria automotriz. Estas ramas creadas por los grandes fabricantes han marcado un antes y un después en la historia, no sólo de sus respectivas marcas, sino de la propia industria. Estas divisiones especializadas no se dedican únicamente a crear vehículos mucho más veloces, potentes y exclusivos, sino que representan el espíritu más puro del desempeño y la innovación técnica.
Nombres como Nismo, BMW M, AMG o RS no sólo son la muestra perfecta de adrenalina y precisión, sino también el resultado de décadas de ingeniería y una pasión interminable por el deporte motor y la conducción misma. En esta entrada de blog exploraremos cómo surgieron estas divisiones, cuáles han sido sus modelos más icónicos y cómo han logrado convertirse en un símbolo de prestigio y alto rendimiento en el ámbito automovilístico. ¡Comenzamos!
BMW M: La letra más rápida del mundo
Esta es probablemente la división de alto rendimiento europea más reconocida y popular, esto se debe, principalmente a la innovaciones a nivel mecánico y estético que constantemente propone y terminan marcando la pauta que sus propios competidores terminan siguiendo.
Llamada oficialmente BMW Motorsport, la división inició operaciones oficialmente el 1 de mayo de 1972 a cargo de Jochen Neerpasch, quien comandaría a una pequeña plantilla de tan sólo 35 personas. Pusieron manos a la obra y tan sólo un año después, el 2002 vería la luz. Esencialmente, este auto fue concebido para competencias de rally, así que equipaba un motor de cuatro cilindros que generaba 240 CV y, para sorpresa del mismo equipo de BMW, consiguieron ganar el Campeonato Europeo ese mismo año. Así que pusieron todos sus esfuerzos en desarrollar un vehículo con un motor más potente y por fin nació el famoso BMW 3.0 CSL, conocido popularmente como “Batimóvil”. Este modelo fue tan popular, que sirvió directamente de inspiración para concebir el BMW M4, pero volviendo al CSL, este era una versión mejorada de aquél 2002; su motor era un seis cilindros en línea con 12 válvulas, inyección de combustible, potencia máxima de 360 CV y una velocidad máxima de 220 km/h. Puede que, para los estándares actuales, esto no te sorprenda mucho, pero desde su debut, hasta 1979, ningún otro vehículo pudo rebasar al 3.0. Durante ese tiempo, ganó nada menos que seis Campeonatos Europeos, así que se comprende por qué tiene esta importancia mediática.
Todo esto marcó los precedentes ideales para el siguiente parteaguas de la división: El BMW M1.
A más de 40 años de su lanzamiento, el M1 sigue siendo un referente en el mundo del automovilismo gracias a su ingeniería y diseño revolucionario. En ese entonces, en 1978 para ser más exactos, portaba un motor que generaba 277 caballos de fuerza, lo que fue pieza clave para convertirse en un ícono de las pistas. Pero centrándonos un poco en el tema de su diseño. Este estuvo a cargo de Giorgetto Giugiaro, que, si es que no conoces su nombre, definitivamente conoces su obra. Además del M1, él también fue el responsable de concebir la imagen del mismísimo DMC DeLorean; además del Volkswagen Jetta y Golf, por mencionarte sólo algunos. En esencia, el M1, más que percibirse como un auto bávaro, definitivamente portaba ciertas líneas que lo hacían pasar perfectamente como un deportivo italiano.
Tanto fue el impacto a nivel cultural del BMW M1, que oficialmente se convirtió en el cuarto BMW Art Car de la compañía. Esto sucedió a manos de nadie menos que Andy Warhol, quien le dio su propio toque y lo convirtió en una más de sus piezas de arte. Y aunque este pudiera parecer una obra que simplemente permanecería en un museo, sucedió todo lo contrario; portando el número 76, compitió en las 24 Horas de Le Mans de 1979.
Hoy en día, la línea M es un símbolo de lujo y deportividad. Aún en su gama de uso doméstico, es posible equipar los paquetes “M”. Estos ofrecen un mejor desempeño y un equipamiento estético que los diferencía de sus versiones convencionales. Además, claro, de su reciente incursión a la movilidad sustentable, esto con el lanzamiento del BMW XM, un SAV único en su tipo. Pero, ¿qué hace tan especial al XM? Es el primer híbrido enchufable de altas prestaciones, está compuesto por un motor a gasolina V8 y uno eléctrico que va propulsado por el sistema M HYBRID; esto nos genera una potencia de 748 caballos de fuerza y una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 4.3 segundos. Increíble, ¿no?
Audi Sport: Nacido en la pista
Corría el año de 1981, el momento en el que Audi introdujo su sistema de tracción en las cuatro ruedas llamado simplemente Quattro. Este se implementó en su auto Rally, lo que marcó un antes y un después en el deporte, pues precisamente, al tener este tipo de tracción que no era tan común, consiguió un notable éxito.
Esto los llevaría a que en1983, se fundaría oficialmente la división Audi Sport GmbH, división encargada de producir vehículos de alto rendimiento y participar activamente en el deporte motor. Durante los siguientes años, se enfocarían en posicionarse dentro del rubro deportivo e ir desarrollando diferentes sistemas que optimizaran el rendimiento de sus modelos, aunque también puso la mira más allá de los circuitos, también miraría hacia las calles. Aunque sí, iniciaría haciéndolo de una manera un tanto particular: Con una vagoneta.
Esta fue la Audi RS2 Avant, se creó de la mano con Porsche, pues en ese momento, Audi recibía consultoría a nivel ingeniería de la compañía italiana. Así que tal y como lo habían hecho con la primer versión del SEAT Ibiza, pusieron manos a la obra y crearon un vehículo que, aunque era poco convencional, sí que sirvió para diferenciarse de Mercedes-Benz y BMW. El resultado fue una vagoneta con un motor 5 cilindros turbo de 2.2 litros con ciertas mejoras que lo hacían producir hasta 315 caballos de fuerza. Y si consideramos que estamos hablando de mediados de los 90’s, es una cifra poco común para un auto de uso doméstico. Solamente se produjo de 1994 a 1995, y actualmente una unidad puede llegar a los 1.9 millones de pesos mexicanos.
Ya entrados en el siglo actual, se lanza el icónico Audi R8. Este nace de la idea de concebir un superdeportivo que se pudiera seguir utilizando en las calles. Su prototipo fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2003, en donde inmediatamente despertó el interés de fanáticos y expertos. Si te preguntas qué motorización tuvo la primer generación del R8, fue nada menos que un 4.2 litros V8 que generaba 420 caballos de fuerza. A casi 20 años de su lanzamiento oficial, sigue siendo un referente de la marca y del segmento deportivo, y aunque desgraciadamente su tiempo en la línea de producción terminó a mediados de este año, sí que dejó huella en la industria.
Actualmente, Audi ha incursionado en la emocionante Fórmula E, que si no conoces, te invitamos a visitar nuestra entrada de blog dedicada a ella. Y hablando de Fórmula E, nuestro última línea deportiva de la que te hablaremos hoy es, precisamente, la primer marca japonesa en debutar en esta división 100% eléctrica.
NISMO: El hogar de Godzilla
2024 fue el año del 40 aniversario de Nissan Motorsport, la línea de alto rendimiento que es hogar del auténtico samurái y de Godzilla.
Fundada oficialmente el 17 de septiembre de 1984 y nombrada formalmente como Nissan Motorsport International Co. Limited, marcó la pauta para mucho de lo que sería la firma japonesa en cuanto a desempeño y permanencia en el ámbito deportivo. tan sólo un año después del arranque de sus operaciones, ya habían conseguido su primer título. Este fue en el Campeonato de Japón de Rallys, y fue gracias al Nissan Fairlady 300ZX, conocido también como Z31. Durante la segunda mitad de la década seguirían sumando podios, como en el Campeonato Mundial de Rallys con el Nissan 240 RS.
Tras varios años de evolución, de arrasar incluso en las exigentes 24 Horas de Le Mans, Nissan continuó creando vehículos de alto rendimientos como el Nissan R85V y el R88C, hasta que llegó la década de los 90’s y lanzarían una de sus más grandes creaciones: El Nissan Skyline GT-R R32.
Para muchos entusiastas y expertos, el R32 es un vehículo de culto, un referente del deporte motor a pesar de haber sido producido únicamente durante media década. Pero este escaso tiempo fue más que suficiente para hacerse de galardones como los tres podios conseguidos en las 24 Horas de Daytona en 1990, mismo año de su lanzamiento. Poco tiempo después, tendría tres títulos consecutivos en el Campeonato de Australia de Turismos; este punto de la historia es bastante importante, pues sería justo donde se le comenzaría a conocer popularmente como Godzilla.
Años después, Nissan pondría la mira en algo más allá que crear vehículos: Crear pilotos. Es así, que en colaboración con Sony, se fundaría la NISMO PlayStation GT Academy. En este blog te hemos hablado ya un par de ocasiones acerca de este programa especial para pilotos, pero por si nunca habías escuchado de él como tal, te invitamos a visitar nuestra entrada de blog donde hablamos a detalle de ella.
Paralelo a lo que sucedía con la GT Academy, Nissan se encontraba desarrollando vehículos que pudieran competir en el segmento de los superdeportivos. Fue así que concibieron el Nissan GT-R R35. Este se produjo durante 18 largos años, en los que, a pesar de no haber cambiado de generación, sí que hubo cierta evolución con el paso de los años. Actualmente, se habla de que el concept car 100% eléctrico conocido como Hyper Force será el que Nissan tomará como base para desarrollar la nueva generación de Godzilla. Esto será bastante interesante de analizar, pues estaremos presenciando el hecho de que, más allá de un cambio generacional en términos de diseño y prestaciones, sería la primera vez en la historia de este ícono que cambiaría su tipo de propulsión.
Nissan Motorsport tiene ya cuatro décadas de historia, en las que no ha dejado de romper paradigmas y elevar el estándar de lo que deportividad significa. Como entusiastas, hemos podido disfrutar el cómo nos ha brindado excelentes vehículos que son dignos de admirar, ya sea por sus prestaciones mecánicas, desempeño en circuito o por lo bien logrados que son a nivel diseño.
Es interesante pensar en cómo ha evolucionado la industria deportiva en conjunto con la automotriz y cómo aún después de décadas, siguen sorprendiéndonos los avances tecnológicos y mecánicos que se tienen año con año. ¿Qué división de alto rendimiento agregarías tú? Platícanos en los comentarios. ¡Nos leemos a la próxima!
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