Blog - Torres Corzo

Historia del diseño automotriz: Tercera parte

Escrito por Brenda Fragoso | Sep 23, 2024 3:18:13 AM

Durante las últimas dos ediciones te hemos hablado desde los inicios del diseño automotriz, el cómo se empezaron a concebir las tendencias estéticas de acuerdo a cada década y por qué se fueron estableciendo de esa manera. En la primer entrega, te platicamos cómo fue que los fabricantes comenzaron a prestar atención al apartado de diseño y lo importante que resulta para la misma física del auto. Para la segunda parte, ahondamos en la relevancia del diseño en el ámbito deportivo. De cómo el furor por el motorsport influyó fuertemente en el mercado doméstico y ni hablar de la cultura tuning noventero.

En esta tercera parte, abordaremos las tendencias de diseño del año 2000 hasta finales de los 2010's. Es aquí donde muy probablemente ya tengas bien identificados cada uno de los modelo icónicos que mencionaremos, incluso, tal vez tú mismo o tu familia haya sido propietaria de alguno. Si es así, déjanos saber en los comentarios cuál o cuáles fueron estos autos. ¿Estás listo? ¡Arrancamos!

La primer década del nuevo siglo estuvo marcada por el boom de la publicidad en medios masivos, el cómo se conciben como parte del estilo de vida y la clara evolución de todos los segmentos que ya se ofrecían al público. Y aunque pudiéramos pensar que entre ellos lucirían bastante diferentes, la realidad es que sí se puede notar una armonía en la estética de la época. Para refrescarte un poco la memoria, ¿alguna vez habías considerado que las siluetas redondeadas son bastante representativas de los 2000’s?

A la par de este panorama tan mediático, los distintos fabricantes también buscaban cubrir un par de necesidades básicas de los usuarios: Eficiencia y espacio.

Esto se debe, esencialmente, al crecimiento demográfico exponencial que se tuvo en las grandes ciudades. La densidad del tránsito y la cantidad de tiempo que estaba pasando la gente en él, ocasionó que comenzaran a buscar opciones que, además de un tamaño óptimo para poder maniobrar en espacios reducidos, también economizaran en combustible. Fue justo en este momento en el que autos pequeños, como el Chevy o el Nissan Tsuru, ganaron una popularidad enorme. Incluso, en el segmento de lujo, teníamos el gran repunte de MINI al llegar a manos de BMW Group al inicio de la década.

Te imaginarás que no fue nada sencillo evolucionar dentro de una industria que cada vez tenía que cubrir más necesidades en un mundo tan cambiante. Que si bien, en décadas anteriores, claramente se había tenido un progreso, la globalización ocasionada por el nuevo siglo lo aceleró a un ritmo sin precedentes. A pesar de estas exigencias, hubo varios vehículos que no sólo destacaron por hacer las cosas de la manera correcta, sino que marcaron la pauta para lo que, respecto a diseño, marcarían un antes y un después.

La fiebre por los superdeportivos y el motorsport no había desaparecido en lo absoluto, pero sí se había ido a un terreno que apostaba un poco más por el estilo urbano. Esto impulsado principalmente por el boom de videojuegos como Gran Turismo y Need for Speed, además de la clara influencia de la saga Rápido y Furioso en la cultura general. ¿Qué tiene que ver todo esto? Que una vez más, la cultura del tuning toma fuerza y comienza a romper paradigmas en cuanto a diseño se refiere.

Esto ocasionó que varios modelos del mercado doméstico adoptaran una estética que hiciera referencia a lo deportivo y tecnológico. Un claro ejemplo era el trabajo que realizaba Pontiac, ¿los recuerdas?

En esencia, Pontiac era una firma perteneciente a General Motors, es decir, la misma ensambladora que fabrica los vehículos de Chevrolet. En su momento, fue bien conocida por producir varios muscle cars, pero con el tiempo optaron por comenzar a centrarse más en el mercado doméstico. Fue así, que tras llegar a un acuerdo con Chevrolet, utilizaron la plataforma de un Cavalier para crear el Pontiac Sunfire. Puede que este no haya sido la mejor creación de la compañía, pero sí que tenía un tema con el diseño, pues lucía bastante deportivo y fue bastante popular a principios de siglo por eso mismo. Era percibido como una especie de Cavalier sport, aunque en realidad tenía las mismas prestaciones.

Por otro lado, siguiendo con esta línea de diseños deportivos por precios relativamente accesibles, produjeron durante buena parte de la primer década del siglo el Pontiac Solstice, ¿lo recuerdas? Este era un llamativo convertible de dos plazas que fue creado para intentar hacerle competencia al Mazda MX-5, conocido popularmente como Miata. Este último fue lanzado en 1989 y fue parte importante del furor japonés del que te hablábamos en la edición anterior.

Con los años, hemos podido confirmar a través de su historia, Mazda siempre ha optado por lucir una estética minimalista y elegante. Que, si bien contrastaba bastante con el resto de la gama japonesa de la época, que estaba mucho más orientada al estilo JDM (¿Recuerdas que te hablamos un poco acerca de él?), en realidad tuvo bastante público interesado en su estilo debido a que buscaban algo más sencillo.

Siguiendo con los JDM, que hay que destacar que habían tomado bastante fuerza desde su aparición en los 90’s. Gran parte de este éxito se lo deben precisamente al momento que se vivía en la cultura pop. Porque hay que ser honestos, ¿quién no moría por tener el Nissan Skyline GT-R R34 de Brian O’Conner? O bien, ¿qué tal un Toyota Supra?

La primera década del siglo estuvo marcada por grandes cambios, en gran medida impulsados por la necesidad de economizar. Pero si, además, nos ponemos a pensar en la creciente tendencia de hacer alusión al futurismo, nos encontraremos con vehículos que resultaron ser, básicamente, un experimento estético que tal vez hoy en día podrían no ser de tu agrado, pero te prometemos que en ese momento eran cool…O eso parecía.

Varios fabricantes pusieron –muy– a prueba su creatividad y aunque hubo varios aciertos que al día de hoy viven en nuestra memoria, también existieron otros tantos que, en su afán de establecer un concepto estético innovador, terminó siendo poco funcional.

Centrémonos uno de los aciertos más característicos de la época: El Volkswagen Beetle. Sí, sabemos que ya existía desde décadas atrás, pero esta vez llegó diferente. Y claro, apuntando a un segmento mucho más joven y desenfadado. La propia marca lo describe como “la nueva versión de un clásico que consiguió su propia identidad.”

Aunque fue presentado en el Motor Show de Detroit en su edición del 94, se lanzó hasta 1998, teniendo el boom de su popularidad en los primeros años del nuevo siglo. El Beetle era prácticamente un Vocho de lujo, aunque, como dato curioso, técnicamente está basado en el Volkswagen IV, es con él con quien compartía chasis y plataforma.

Esta especie de restyling en realidad lo separaba bastante de la concepción que popularmente se tenía de su predecesor, en esta ocasión, se percibía fresco, juvenil y divertido. Su popularidad llegó al grado de ser el auto oficial de Barbie, ¿lo recuerdas?

Respecto al segmento de los SUV, en este momento hubo dos vertientes que resultaron más que exitosas, y creemos que esto es algo que necesariamente tengamos que explicarte. Sólo basta con invitarte a recordar…¿Recuerdas las famosas “mamá vans”? Estamos seguros de que sí, y que, es más, tal vez en tu familia hubo alguna.

Las minivan tuvieron su auge a finales de los 90’s y en esta primer década de los 2000’s. Y como ya sabrás, estaban 100% orientadas a cubrir las necesidades de movilidad familiares. Eran muy amplias, versátiles y cómodas. Y aunque no ofrecían precisamente una experiencia de conducción muy ágil, resultaban muy eficientes.

Para la segunda década del siglo, los avances irían bastante en función de lograr la tan ansiada movilidad sustentable. Por lo que los fabricantes comenzaron a centrarse más en el desarrollo de sistemas que no dependieran por completo de la propulsión a gasolina, empezando, claro, por lo híbrido. Al menos hasta que pudiera ser factible concebir un vehículo 100% eléctrico. Es aquí donde Tesla comienza a hacer acto de presencia, aunque su auge llegaría años más tarde.

En realidad, podría decirse que esta década está bastante marcada por la creciente popularidad de los SUV compactos o crossover. Pues estos se alinean bastante bien con la necesidad del público citadino, aunque a diferencia de la década pasada, esta vez, una buena cantidad de usuarios se encontraban buscando vehículos que fueran más altos y amplios que un sedán convencional, pero sin lo voluminoso de un SUV tradicional.

Precisamente al inicio de la década, Nissan tendría uno de sus lanzamientos más atrevidos: El Nissan Juke, encargado de pavimentar el camino que hoy en día recorre el Nissan Kicks.

Juke llamó la atención tanto del público general como de la prensa especializada por su peculiar diseño, pues este de verdad salía bastante la norma. Era pionero en su segmento y, además, disruptivo. Lo que Nissan intentaba lograr con él era romper los paradigmas de diseño y proponer un nuevo estilo en el mercado.

Si lo analizamos detenidamente, lo primero que nos llamará la atención son sus faros separados, que hacen referencia a los utilizados en los coches de rally. Después, tenemos sus faros traseros inspirados en los del legendario 370Z, el coupé insignia de la firma.

Nissan estaba bastante consciente de que el Juke no sería del gusto de todo el público, era bastante natural que un auto que saliera tanto de lo convencional, terminaría por convertirse en un producto de nicho. Esto claramente no sucedió de la noche a la mañana, tuvieron que pasar algunos años para que este crossover se hiciera de su propio público. Durante ese tiempo, se le aplicaron varios cambios, tanto mecánicos como estéticos, cambios que, aunque parecieran pequeños, sí es notable la diferencia entre la primer generación y la última que se comercializó en 2017 para dar paso al Kicks como único integrante del segmento B.

El tema del diseño era el punto fuerte del Juke,al grado de haber lanzado la versión N-Desing, que se ofreció en 15 combinaciones de color, rines especiales de 19”, vestiduras con contrastes de color exclusivos y sistema de sonido Bose Personal Plus.

Según palabras de Matthew Weaver, quien en ese momento fue el diseñador encargado de concebir la apariencia del Nissan Juke: “El JUKE original llevó el diseño más allá de lo que podía considerarse convencional en 2009, adelantándose claramente a las necesidades de una sociedad cambiante, buscando la deportividad, la diferenciación y el optimismo en cada detalle.”

Del lado del segmento deportivo, comenzó un momento en la historia bastante interesante de analizar, pues este es justo el punto en el que la deportividad se empieza a mezclar con la sustentabilidad. Y tal vez uno de los mejores avances que se tuvo respecto a esto fue el icónico BMW i8.

La contundente propuesta de BMW para incursionar en la electromovilidad llegó a la línea de producción en 2014, tenía una estética bastante futurista y, al mismo tiempo, como un superdeportivo. ¿Y cómo no iba a lucir así? Si la forma tan peculiar en la que abría sus puertas era única en el segmento de los eléctricos. Esto no cambió en lo absoluto cuando tuvo su transición a roadster, pues hay que recordar que originalmente se había lanzado como un coupé.

BMW Group lo definió en su momento como un “clásico del futuro”, y vaya que no se equivocaron. Este es tal vez uno de los modelos que más entristeció a los fanáticos al ser descontinuado.

Es bien sabido que cuando las marcas presentan al mundo los concept cars, sobre todo cuando se tratan de deportivos, rara vez llegan a conservar todas sus características cuando llegan a la línea de producción. Sin embargo, el i8 sí logró ver la luz con varias de las bondades que originalmente presentaba su prototipo. Tenía un capó plano, integraba air curtains al frente y unos eficientes canales de ventilación entre los faros y el bastidor del techo. Además de su tan admirada tracción en ambos ejes.

Al término de su producción, comenzó a ser exhibido como pieza de museo en 2020.

La década de los 2010’s sería un momento fundamental para lo que vendría en la siguiente década. Pero para poder ahondar como se debe en la década actual, te esperamos en nuestra cuarta y última entrega. ¿Nos acompañas? ¡Quédate pendiente a nuestro blog! ¡Nos leemos pronto!